Ser divorciada no es un fracaso,
Ser divorciada es tener el valor de tomar las riendas de tú vida, poner límites, ir contra estereotipos, es asumir la libertad y responsabilidad sobre tú vida.
Sin embargo, para aquellas que se educaron en el seno de una familia tradicional, no es fácil... Pero no imposible. Asumir la responsabilidad sobre tu vida, es el primer paso de una mujer libre.
Mujer, ¡no mueras de rodillas, vive de pie!
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